Desarrollo del lenguaje infantil
El período sensitivo del lenguaje se enmarca dentro de estos primeros años de la vida, comenzando en el tránsito del segundo al tercer año de vida, y concluyendo alrededor del cuarto año, lo cual tiene una significación extraordinaria para el desarrollo del lenguaje oral, que constituye la base de todo el proceso de adquisición de la lengua materna. De igual manera hacia el quinto año están conformadas las estructuras básicas de la lengua, lo que permite un amplio desarrollo de la inteligencia lingüística, que es aquella que permite emplear de manera eficiente las palabras, bien sea de manera oral o escrita, para resolver los problemas que se le plantean al niño y la niña en su comunicación y actividad cognoscitiva.
Esto hace que a los fines del desarrollo, el surgimiento del lenguaje marque un hito, pues a partir de ese momento todos los procesos psíquicos están de una forma u otra influenciados por el lenguaje, y ya no es posible hablar de desarrollo sin su presencia. El dominio de la lengua, particularmente de la lengua oral, posibilita en gran medida el proceso del conocimiento, pues si bien en los primeros años la acción y la imagen juegan un rol importante en el desarrollo psíquico, en la medida en que se avanza en edad, el habla y el pensamiento van a fundirse en una unidad dialéctica, el pensamiento verbal, que se vuelve predominante y es aquel que va a posibilitar la manifestación más plena de la inteligencia lingüística.
No es casual entonces, que la mayoría de los programas de educación infantil, dediquen una buena parte de su contenido al desarrollo del lenguaje, que sin embargo, requiere de un conocimiento profundo de sus particularidades evolutivas para que sean realmente efectivos. Desde este punto de vista no es infrecuente que dichos programas no se correspondan realmente con el transcurso evolutivo del proceso de formación de la lengua, el cual es extraordinariamente complejo y requiere de una evidencia experimental sólida para organizar de manera apropiada el sistema de influencias educativas dirigido a su desarrollo.
Al finalizar la edad preescolar, en lo que respecta al lenguaje oral, todas las estructuras básicas de la lengua están conformadas, y en este sentido, al término del sexto año de vida el niño y la niña han alcanzado un nivel de desarrollo de su lenguaje, que posibilita el proceso de aprendizaje sistemático de la lengua española en la escuela básica, y dotado de las posibilidades cognoscitivas que les han de permitir un desarrollo cualitativamente superior en todas las áreas del conocimiento.
Propuesta de actividades para la estimulación del Lenguaje Oral en Educación Infantil (Materiales de Apoyo al Profesorado nº1. Consejería de Educación, Junta de Andalucía)
Plantea una intervención integral del lenguaje en estas edades, considerando entre otros, los siguientes aspectos:
- Estimulación de aprendizajes a través de las vías sensoriales: actividades lúdicas que facilitan el desarrollo de las distintas vías.
- Uso del lenguaje: actividades que favorezcan la utilización del lenguaje en diferentes situaciones de comunicación e interacción social, con diferentes funciones y usos.
- Contenido del lenguaje: el componente semántico del lenguaje se abordará desde una doble perspectiva, comprensiva y expresiva.
- Forma del lenguaje: para el desarrollo de esta competencia, la actividades harán especial énfasis en matices relacionados con la atención, control y dominio de soplo, la respiración, la movilidad y coordinación de los distintos órganos intervinientes en el habla.
- Segmentación: actividades que permitan el aprendizaje relacionado con las unidades del habla en términos de segmentación del lenguaje y análisis de las palabras.
- Asesoramiento familiar: desde el centro se proporcionarán una serie de pautas dirigidas a las familias para estimular una evolución lingüística adecuada.
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Fuentes: