Ya abordé en un post anterior los beneficios del voluntariado para mejorar la empleabilidad. Y aunque llevar a cabo una actividad revierte sobre las competencias de la persona, capacitándola; hay una actitud de base en un voluntariado que es necesario destacar: la gratuidad. Ésa que fundamenta el altruismo que dota de sentido al ser humano como tal, humano de humanidad, no de trozo de carne con ojos como hay muchos andando por ahí (incluso salen en la tele), ya me entendéis…