Con 15 diciembres, comencé un voluntariado. Me ocupaba los viernes por la tarde, algún sábado por la mañana y un tiempo más largo durante los periodos de vacaciones. Además del enorme enriquecimiento humano obtenido durante más de una década como voluntaria, encontré unos beneficios colaterales a la hora de acceder formalmente al mercado laboral. En 10 he querido sintetizar los tesoros ocultos adquiridos en esos años:
- Capacidad de trabajo en equipo: cuando participas junto a otras personas para llevar a cabo acciones o actividades, aprendes a crear sinergias para lograr desarrollarlas de la mejor manera posible con la colaboración de todas las partes implicadas.
- Organización y planificación de eventos y actividades: tanto para medio y largo plazo, como para colaboraciones en actividades puntuales hay que determinar, en función de a quiénes vayan dirigidas: los objetivos, cómo conseguirlos, qué voy a realizar y durante cuánto tiempo voy a hacerlo (frecuencia y duración); además de qué voy a necesitar y finalmente, valorar los resultados para poder mejorar en la próxima. Aprender haciendo los pasos de una programación.
- Distribución del tiempo: tanto si estás en una etapa de tu vida en la que tienes la fortuna de dedicarte al estudio, como si trabajas; o bien, realizas ambas; tendrás que distribuir tu horario para poder realizar el volutariado y tus actividades de forma exitosa. Tiempo hay para todo, depende de cómo te organices -y si no, consulta los principios de GTD-.
- Resolución de conflictos: el conflicto es inherente a las relaciones interpersonales y antes o después te verás involucrada en situaciones desconocidas hasta el momento, siendo necesario buscar una salida. Tras la experiencia y su correspondiente análisis, tienes la oportunidad de fortalecer tu capacidad de gestionar las situaciones-personas «problema».
- Formación: son numerosas las entidades que cuidan al detalle la formación de las personas voluntarias, porque el altruismo ha de ir de la mano de la intervención adecuada, llevada a cabo por personas debidamente preparadas cognitiva y actitudinalmente.
- Versatilidad: igual que en un negocio propio, por mucho que las funciones y tareas estén definidas; en la actividad de voluntariado ocurre con facilidad que haga falta cubrir necesidades de diversa índole, por lo que el perfil se configura en algunos aspectos como todoterreno.
- Conocimiento de la estructura interna de la organización: contribuir dentro de una entidad propicia el conocimiento del organigrama, la designación de funciones y dependencias de los distintos puestos.
- Optimismo y paciencia: tener confianza en que cada pequeño paso avanzado abre la posibilidad a un gran triunfo, y que la acción realizada puede tener fruto a medio y largo plazo, cuando ya no lo veas. En la búsqueda de empleo este punto es fundamental para mantener la motivación hacia el proceso.
- Compromiso e identificación con la visión, misión y valores de la entidad: tan importante cuando formas parte de una organización, pero con la libertad propia del personaje del niño en el cuento del traje nuevo del emperador…
- A todo ello, añado la ventaja de haber servido para la clarificación de mi objetivo profesional dentro del ámbito social. Confieso que encontré un gran complemento de apoyo a la labor de orientación vocacional realizada desde el entorno escolar. En el servicio de voluntariado además de descubrir a personas fui configurando algunos aspectos profesionales sin apenas darme cuenta.
Este decálogo puede interesar a quien esté buscando empleo por vez primera o no tenga experiencia en un determinado puesto. Si ya te has topado con la barrera de la falta de experiencia, una de las opciones para salvarla, es realizar un voluntariado en una entidad que lleve a cabo su acción en el ámbito deseado dentro de tu objetivo profesional.
¿Dónde puedes informarte?
Las alternativas son diversas, en función del área y de tu propio perfil puedes ir directamente a las páginas de las entidades que te interesen para obtener información; por ejemplo, de alcance nacional y más allá de las fronteras como:
- Fundación Secretariado Gitano – que trabaja por el desarrollo de la Comunidad Gitana en todo el territorio español y en el ámbito europeo.
- Fundación Entreculturas – de Educación para el Desarrollo, cuya acción se dirige hacia el Sur; presente en América, Asia, África y Europa.
Entidades autonómicas como la Asociación Arrabal AID – referente en el ámbito de empleo, con actuaciones específicas para personas en colectivos en riesgo de exclusión, ex-reclusas entre otros. Aunque si lo tuyo son las TICs aquí tienes Cibervoluntarios.
También podemos buscar en los directorios de entidades de voluntariado para cada provincia ofrecidos por la Consejería de Gobernación de la Junta de Andalucía: Málaga, Granada, Almería, Jaén, Córdoba, Sevilla, Huelva, Cádiz; o en la propia Plataforma Andaluza de Voluntariado.
O bien consultar en portales especializados como el de @hacesfalta.
Si buscas en Málaga, te puede interesar la Guía Social, desarrollada por la Empresa Municipal Más Cerca del Ayuntamiento de la capital; y si estás estudiando o trabajas en la UMA, pregunta en la Oficina del Voluntariado. Hay una en la mayoría de las universidades.
Estas referencias como propuesta, ya que hay multitud de organizaciones y recursos a los que poder acudir. Se aceptan sugerencias 🙂
La imagen la obtuve del artículo Voluntariado Social en el blog Hacerse Voluntari@.
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