Desde la última entrada de enero hasta diciembre, han pasado once meses de intensa actividad, en los que he podido seguir creciendo entre las manos de Málaga Acoge y de la Universidad de Málaga, compaginando acción social y didáctica aplicada a la formación de cabezas pensantes que actúen en consecuencia, y con conciencia -social, a ser posible-.
Me levantaba esta mañana con 38 motivos para sentirme agradecida, y como cierre de jornada me parece importante concretarlos, aunque me vaya a descansar con muchos más en el bolsillo tras el día de hoy. A saber:
- Me he despertado en mi cama, tapada con dos mantas, en mi habitación. Es un lujo para muchas personas, puedes preguntar a quienes trabajan en Puerta Única o la Fundación RAIS.
- Madrugo para ir a trabajar.
- En el último año, he trabajado de forma ininterrupida.
- Realizo mi actividad con personas, y disfruto mucho con lo que hago.
- Formo parte de un equipo multidisciplinar en el que, al final, vamos todas a una.
- He puesto en práctica aquello de «Sola no puedes, con amigos sí», de Lolo Rico.
- Mi familia me quiere, me soporta, me respeta y me apoya pase lo que pase, haga lo que haga.
- He recibido un abrazo de mi madre para felicitarme. Me encantan sus abrazos.
- Tengo la oportunidad de ver envejecer a mis mayores, y puedo acompañarlos en este periodo.
- Recuerdo con ternura a quien ya no está.
- Observo con satisfacción de tita cómo superan retos los más pequeños.
- Tengo la suerte de tener una Gema preciosa y un Ángel de la guarda que me muestran caminos desde que nací.
- Conservo amigas de la infancia como un tesoro de incalculable valor (con las que iba a Bobby Logan).
- Me refiero a mi «Grupo de Centro Xavier», cuando quedo con Miguel, Javi, Álvaro, Pablo y Ana.
- Hablo de mis compis de la facultad cuando menciono a mi grupo de magisterio. Tengo las fotos de los teatros que montábamos en la pared.
- Poseo una buena amistad con compañeras/os de empleos anteriores, me interesa saber cómo les va y, en ocasiones, echo de menos compartir tareas o algún trayecto de ida/vuelta al trabajo con ellas.
- Hoy hace exactamente dos meses que llegué a Santiago, cumpliendo un propósito de hace seis años.
- Volvería la semana que viene si tuviera oportunidad.
- El camino ha sido una experiencia integradora de convivencia, superación y espiritualidad.
- Regresé revitalizada.
- Dicen que el verdadero camino comienza al llegar a casa, en lo cotidiano. Y es verdad.
- Durante el Camino de Santiago conocí a personas ordinariamente extraordinarias.
- Sigo en contacto con ellas, y tenemos proyectado vernos en un mes y medio.
- Por haber nacido en España en la década de los 70, he tenido la oportunidad de estudiar. En el mundo hay 31 millones de niñas privadas del derecho a la educación.
- Desde que entré al colegio, no he dejado de formarme ni un sólo año, y es una gran satisfacción personal tener la posibilidad de elegir hacerlo.
- Para llegar a la universidad, hay que salir del colegio. En todas sus versiones.
- Me gusta la premisa: «La formación nos hace libres y nos insta a apropiarnos de nuestras vidas», frase que escuché hace años en uno de los encuentros de la Asociación de Mujeres Puntos Subversivos, y siempre me viene a la memoria cuando estoy entre papeles.
- Profundizando un poco más: me considero una mujer de fe. Y me siento agradecida por ello.
- Vivencio la fe de forma que me hace libre, me dignifica y me fundamenta. Me es imposible experimentarla de otra manera o con otra perspectiva.
- Hablando de cosas más mundanas, tengo canas. Van en aumento.
- Por fin he llegado a mi peso ideal. Es el que marca la balanza cuando me subo en ella.
- Después de años sin montar en bici me subí a una, y es verdad aquéllo de que no se olvida.
- Me divertí como una enana. Espero impaciente una estación en El Palo y un carril-bici que llegue hasta aquí.
- Conozco a mujeres sabias. El mentoring en femenino adquiere otra dimensión.
- Hoy he tenido buenas noticias y las he celebrado.
- He participado en la campaña de crowdfunding para editar «La liga de las Mujeres Extraordinarias». Es un material que debería estar en toda biblioteca infantil y de aula.
- Todavía priorizo terminar un trabajo, o un libro, antes que dormir.
- Mañana vuelvo a madrugar para ir al trabajo.
En definitiva hoy me siento inmensamente rica, y además no he parado de recibir mensajes que prometo ir respondiendo. Ahí quedan expuestos mis motivos este año, sólo me falta dar las gracias a mi familia, comunidad, compis de curro, compis de formación, idiomas, colegio, colegas, familia peregrina y demás por multiplicarlos otro año más. Cierro el día con una cita de Diana del Olmo:
«Ya se sabe que, incluso cuando se anhela un cambio, nadie quiere dar el primer paso. Se necesita mucho coraje para hacer frente al qué dirán. Por eso, a veces nosotras, las viajeras, podemos dar ejemplo y mostrar una realidad diferente, que invite a la reflexión y exponga alternativas.«
Seguimos en camino…