Ya a las puertas del cierre de 2012, deseando abrir la ventana del siguiente… Echando un vistazo a los 365 días, como a vista de pájaro, me vienen muchas personas buenas con las que me he cruzado, y sabiendo que la mochila se llenó experiencias compartidas con ellas. Las nuevas y las de siempre.
Una vez relevada de la cocina durante un rato, me asomo para redactar el último post del año, con una reflexión que me acompaña desde la semana antes de las vacaciones de los peques; en la que tuve un taller con un grupo de jóvenes que se están formando como profesionales del Diseño Web y Multimedia a través de un curso dentro del Plan Motiva, desarrollado por la Fundación Valentín de Madariaga y Oya en Málaga.
Me sorprendió, en un momento de la sesión, la respuesta a dos cuestiones planteadas:
- ¿Qué hacías hace cinco años?
- ¿Qué harás en los próximos cinco?
Sabiendo que una década es un periodo de tiempo suficiente como para que la vida te dé un vuelco, o los que se le antoje; lo que me llamó la atención fue la seguridad de la mayoría: dentro de cinco años, estaré trabajando dentro de mi sector, aquí en España o fuera; pero trabajando… Es esa seguridad, la confianza en el propio valor lo que me insta a escribir este post. Sus perfiles profesionales de cualificaciones diversas, distintos sectores, pero la fuerza y determinación, las mismas.
Esas ganas de comerse el mundo, cuando las fronteras para llegar a conseguir los propios sueños se amplían, y los miedos se superan por valentía, necesidad o las dos cosas a la vez; es con el ánimo con el que voy a comenzar 2013. Aunque las expectativas marcadas por expertos en mentiras y otras indecencias para el bienestar común no lo favorecen. Y mientras tanto, a seguir trabajando para continuar alcanzando sueños, porque como decía el genio malagueño:
«La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando».
Pablo R. Picasso
Y en 2013, ¿te atreves a soñar? Feliz y Mágico Año Nuevo.